
El fin de semana que supimos que estábamos embarazados conocimos a los señores Grossomodo en Madrid. Merche y el Manager son de esas personas que sin conocerlos, ya los quieres. Hablamos de viajes, de la vida, de Venezuela, de desayunos...pasamos un rato genial. Merche me trajo un pañuelo con un dibujo precioso de globos aerostáticos de su última colección. Pensé que, aunque ella no lo supiera en ese momento, me estaba haciendo el primer regalo para mi futuro bebé.
Siempre tuvimos claro que esos globos tenían que estar en la habitación de Lola para sea viajera como sus padres y entienda desde pequeña que el mundo que le espera es mucho más grande que esas cuatro paredes así que, cuando al fin tuvimos una habitación para ella, le pedí a Merche su diseño para hacer con él un papel para la pared.
Lo demás fue fácil: pintamos el resto de la habitación de verde, compramos una cuna y un cambiador de ikea, reciclamos una antigua colcha de cuando yo era pequeña, hicimos unos globos de cartulina (tutorial aquí), recortamos unas letras de tela y rescatamos (pintando y tapizando) una antigua mecedora de mi tía (ya pondré el after y el before) para darle el pecho a Lola. Por último, hicimos un pequeño cojín con el pañuelo que me regaló Merche aquella feliz mañana.


El cojín bordado nos lo ha hecho nuestra querida Balleni. Con todas las cosas que tiene ella que hacer para el pequeño Ánder, no entiendo como ha sacado tiempo y ganas para hacerlo. Gracias Balleni!


Y otra gran maravilla: las vistas desde la habitación de Lola. Es el mejor de los cuadros que podíamos colgarle en su habitación.

Todavía quedan muchas cosas que hacer en su dormitorio pero no tenemos prisa porque aún le queda unos meses para dormir con nosotros.
Mil gracias Merche por regalarle a Lola un cielo lleno de globos.
Un beso y buena semana.